Al mismo tiempo perciben y escuchan muchas emociones y noticias que provocan sentimientos de incertidumbre y preocupación.
¿Qué les preocupa a los niños y las niñas? Preguntémosles.
Para ello os proponemos la siguiente actividad:
LA CAJA DE LAS PREOCUPACIONES
Algunos pediatras y psicólogos han planteado esta idea que os queremos trasladar...
¿EN QUÉ CONSISTE?
Propondremos a los niños/as construir una caja en la que vamos a ir poniendo sus preocupaciones por escrito y de vez en cuando la abriremos para leerlas, compartirlas y ver qué podemos hacer con ellas.
Podéis utilizar cualquier material, por ejemplo una caja de zapatos. Se puede decorar y ponerla en un lugar accesible. Los niños/as escribirán su preocupación y la introducirán en la caja. Los más pequeños pueden dibujar su preocupación o pedirles a los adultos que se lo escriban.
Y CUANDO ABRAMOS LA CAJA ¿QUÉ RESPUESTA LES DAMOS?
Los padres y madres lógicamente no queremos ver a nuestros hijos/as sufrir y nos cuesta ver emociones negativas en ellos/as. A veces nos resulta tan difícil que queremos que desaparezcan inmediatamente: “No llores, no pasa nada, eso no va a pasar, es mentira…” Incluso en alguna ocasión se recurre a la mentira para que no conozcan la realidad y de esta manera no sufran. Creyendo que de esta forma les ayudamos, les estamos privando de una oportunidad para hacerse más fuertes y estar más preparados para la vida.
¿QUÉ PODEMOS HACER ENTONCES CON LAS EMOCIONES NEGATIVAS O CON LAS PREOCUPACIONES?
Lo primero y más importante àESCUCHAR sin juzgar y tratar de comprender, de mostrar empatía.
Esto significa que tenemos que pararnos, mirar a los ojos y tratar de comprender y acoger esa emoción o preocupación, sin juzgar, sin decir si es justificada o no.
A veces con esto es suficiente, el hecho de compartir nuestra preocupación hace que ésta disminuya.
Otras veces los niños y niñas nos hacen preguntas y necesitan respuesta. En este caso lo más importante es decir la verdad; si les mentimos ellos/as se darán cuenta tarde o temprano y pondremos en peligro la confianza que tienen en nosotros/as. Por otra parte si les mentimos les estamos lanzando el mensaje de que son débiles y de que no pueden abordar esa situación. Esto no quiere decir que les demos detalles o más información de la que piden. Respondamos solo a lo que nos preguntan, sin dar demasiados detalles y con un lenguaje sencillo y adaptado a su edad.
Para algunas preocupaciones podemos buscar soluciones, por ejemplo si lo que me preocupa es si esto puede volver a pasar, podemos pensar qué cosas hemos aprendido que nos han ayudado y buscar las cosas más positivas que hemos vivido y escribirlas para darnos cuenta de que somos más fuertes de lo que pensamos.
Os adjuntamos un cuento que puede ayudaros para comenzar a plantear a vuestros hijos/as el tema de las preocupaciones y de lo importante que es compartirlas.
Esperamos que os sirva de ayuda.
Seguimos a vuestra disposición.
El Equipo de Orientación Educativa de Cuéllar.
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