lunes, 17 de abril de 2017

VAMOS A RODAR EL HUEVO... ¡FELIZ PASCUA!



¡Vamos a rodar el huevo!
Nos encanta que nuestros alumnos sigan manteniendo vivas las tradiciones de su localidad y antepasados. Muchos de los maestros que trabajamos en Cuéllar no somos autóctonos y no conocíamos que era "Rodar el huevo" o "La colada". No hay muchos textos escritos sobre ello, es una tradición que se ha pasado de padres a hijos y que sigue vigente aún en nuestros días, consiste en hacer rodar huevos colina abajo durante Pascua y se cree que esto podría haber sido adoptado como simbolismo de hacer rodar la piedra de la tumba de Jesucristo antes de su resurrección. Esta tradición, junto con otras tales como la del conejo de Pascua, fueron llevadas a América por los colonos europeos.

En Cuéllar, se suele ir al pinar a rodar el huevo, se lanza por una pendiente y cuando se rompe la cáscara se come junto con "La colada"o merienda que consiste en un bollo duro, un bollo blando, una rosquilla de palo, una ciega, un trozo de chorizo y una naranja... 

Sabemos que en Chañe y en Iscar ruedan el huevo el "Domingo de Pascuilla" y que también se celebra en otros países europeos como Inglaterra, Dinamarca o Países Bajos, o más lejos aún en EEUU.

Este curso no hemos querido dejarlo más (nos han convencido las mamás y las compañeras de la limpieza del cole), y aunque hayamos adaptado una parte de la tradición (no teñiremos los huevos con la planta de la rubia, sino con rotuladores), queremos empezar a darle la importancia que se merecen a estas tradiciones y que los niños sigan rodando el huevo con el mismo cariño e ilusión que lo han hecho sus padres y abuelos. Así que ...¡A rodar se ha dicho!

Ilustración de Carla Pott

Un conejito saltarí­n 
con la Pascua ya llegó 
y una canasta con sorpresas 
para mí, el dejó. 
Dentro de la canasta 
habí­a un huevo reluciente,
 envuelto en un papel de celofán transparente.
 Un huevo de chocolate 
decorado con dos flores,
 que en su interior tení­a
 sorpresas de mil colores.
 Juguetes, caramelitos, 
también confites de anís,
 es una tradición dulce 
que me hace muy feliz. 
-Leonardo Antivero-

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